No cabe duda de que el nombre de Jordi Cotrina goza de gran popularidad en nuestro país. Sin embargo, su rostro no es tan conocido. Y es que su trabajo le obliga a esconderlo detrás de las cámaras. Pero, entre risas, nos confiesa que es en ese lugar donde se siente más cómodo e, incluso, reconoce que siente cierto respeto al ponerse delante de nuestro objetivo. Un lugar al que, como él mismo admite, quizás ha llegado por azar. Por casualidad o no, lo cierto es que Jordi Cotrina es una de esas personas que tiene la suerte de dedicarse a su mayor afición: la fotografía.
Sus inicios en este mundo se remontan a su adolescencia, cuando descubrió la cámara de su padre y empezó a fotografiar partidos de tenis, deporte que él mismo practicaba. Poco a poco, se fue labrando un camino en el ámbito de la fotografía deportiva, que finalmente le condujo a las puertas de algunos de los diarios más reconocidos de nuestro país, como El Mundo Deportivo, La Vanguardia o El Periódico, donde ejerce desde 1998. Unas puertas que le dieron paso a convertirse en la sombra del FC Barcelona, retratando épocas como la del Dream Team. E incluso le permitieron fotografiar en cuatro ocasiones lo que él mismo define como el punto más álgido de cualquier evento deportivo: los Juegos Olímpicos. Pero su historia no acaba aquí. Con miles de fotografías tomadas, Cotrina todavía tiene muchos sueños que cumplir y planes de futuro. En esta entrevista, además, nos desvelará cómo se las arregla para congelar el momento decisivo, reflexionará sobre la ética del fotógrafo y hará una valoración de la profesión.
En definitiva, os invitamos a que visitéis nuestro blog en los próximos días para conocer algunas pinceladas de la vida profesional de Jordi Cotrina.
Mireia Sánchez